Escribo, luego existo


domingo, 6 de marzo de 2011

Breaking Bad (Serie TV)


Para entender el éxito de esta serie de ficción tenemos que imaginarnos el canallismo de Robert Rodriguez inspirado y efectivo, la tensión de un Prison Break cuando esta aun tenia sentido (oséase, la primera temporada v.g.), los personajes esperpénticos de Valle-Inclán en Luces de Bohemia y una trama digna de los viejos tiempos del ilustre Scorsese.
Todo esto sumado a una sobervia interpretación de Bryan Cranston, ese irreconocible padre de Malcolm in the Middle, produce una de las series más imprescindibles de estos tiempos.


Con tres temporadas en su haber y subiendo tanto en calidad como en intensidad, esta serie televisiva de la AMC se ha convertido en un perfecto ejemplo de que con una buena idea, temas tan desgastados como la droga, el narcotráfico, la enfermedad y la ambición pueden ser las piedras angulares sobre las que tejer con eficacia y calidad, un producto televisivo que sorprenda, guste y enganche al espectador.


Los amantes de la buena ficción seriada estamos de enhorabuena.


Señores directivos de las cadenas generalistas españolas, es momento de que se planteen ya (a pesar de estar a 20 años de distancia de las producciones occidentales), que es el momento de innovar, de dejar de imitar infructuosamente y de manera tan lamentable los éxitos estadounidenses (porque para ver sucedáneos vemos los originales) y que comiencen a invertir tiempo y poco dinero en productos de calidad. El Barco, Bandolera, Los protegidos o Ángel y Demonio nos hacen apagar la tele y bucear por Series Yonkis buscando algo subtitulado, los refritos con malos actores solamente enganchan a la población ciega de hormonas y a los vagos mentales.


Hay grandes mentes y músculo en sus casas planteándose estudiar un ciclo de empresariales porque el mundo audiovisual ni da dinero, ni trabajo, ni oportunidades.


Una vez más, España 0 EE.UU. 1, y jugando en casa...

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