Escribo, luego existo


viernes, 11 de marzo de 2011

Reflexiones in(no)vadoras

Decia Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi en uno de sus 11 puntos sobre la propaganda:

Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. (Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan)”.

Qué verdad y con que precisión formuló esos principios y llevo a cabo uno de los capítulos más lamentables de nuestra historia. Hoy Goebbles seria decano de la facultad de publicidad y jefe de comunicación de cualquier partido. Un visionario, porque al fin y al cabo sus principios son los principios que siguen vigentes y que funcionan a pleno rendimiento.

Cortinas de humo manejadas de manera eficaz a través de los medios de comunicación que ni el propio David Copperfield, informativos que cada vez más parecen una crónica de sucesos que unos informativos, diarios que nos desinforman porque olvidamos el siempre vigente interés económico y la importancia de la imagen empresarial y  por último las redes sociales que son el mejor arma usada de la peor manera por nosotros.

El tiempo que empleamos en leer, en comentar, en crear webs y videos sobre asuntos triviales, simplemente es tiempo que se escapa y al que solamente un 1% le saca algun tipo de rentabilidad o remuneración más allá de los anónimos elogios o insultos de todo menos creativos.

Estamos acomodados y nos vamos resvalando hacia abajo en la silla donde nos sentamos, ya tenemos bastante con aprobar el examen de mañana o el trabajo para el martes, la cena con la novia y el regalo para el cumpleaños. Estamos completamente microgestionados, mañana tendremos otro tema del cual reirnos y mientras tanto, allí arriba en la Moncloaca, las hijas de Zapatero escuchan GothMetal en Cds originales pagados por los contribuyentes, en fin, no digo nada que no sepas.

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