Escribo, luego existo


jueves, 1 de abril de 2010

Deftones - Diamond Eyes

Tristemente recordaremos este álbum como el primero sin Chi Cheng, del que todos esperamos su recuperación.
Pero más allá de esta tragedia lo recordaremos también por ser la resurrección metalera de la banda de Sacramento.

Con el lanzamiento de Rocket Skates se dispararon nuestras expectativas. Volviamos a sentirnos como cuando escuchamos por primera vez el Around the Fur o White Pony.

Ahora, con el disco en el reproductor hemos conseguido lo imposible, mantenerlas.
El disco abre con Diamond Eyes, castañazo a las sienes con Stephen machacando un riff metálico cargado de ansiedad con un Abe contundente y la voz de Chino, como antaño, levitando por toda la canción como un instrumento más, no hay mejor manera de empezar una resurrección.

Progresivamente, vamos descubriendo tema tras tema, Royal suena a Arround the Fur y eso me gusta. CMND/CNRL sigue esa marca de temas factura Deftones de vieja usanza, ya estoy con el cuello caliente.

You've Seen The Butcher y Beauty School nos brindan un descanso de adrenalina para sumergirnos en la parte más intimista del álbum, vestigios de Team Sleep y White Ponny, nos ofrecen especialmente la segunda un viaje espacial a través de la perfección melódica de Chino.

Prince y Rocket Skates nos devuelven al estado de ansiedad anterior. Presumiblemente porque ya la conozco, Rocket Skate especialmente me vuelve a meter en el disco de lleno, mi energia aumenta, mi cuello sufre espasmos rítmicos.

Y así con estos espasmos, afronto la recta final del disco. Sextape promueve el segundo descanso, en otro tema onda Saturday Night Wrist o el proyecto Team Sleep, déjate llevar porque te prepara para Risk, otra joya del disco en forma de medio tiempo.

Posteriormente 976-Evil pasa sin pena ni gloria y nos despedimos con con This Place Is Death, tema que cierra el disco, esta descúbrela tu mismo...

En definitiva, Diamond Eyes ha conseguido ofrecernos lo mejor de cada disco de Deftones y no les felicito por ello, si no por conseguirlo sin convertirlo en un refrito.
De todas maneras te aviso que no estamos frente al White Pony, pero sin duda, estamos frente a la resurrección que nadie esperaba cuando pensábamos que este atajo de regordetes maduros ya lo habían dado todo.


[Nota 85/100]