Escribo, luego existo


domingo, 22 de agosto de 2010

BSO Toy Story 3 - Randy Newman (2010)



Si por algo es conocido Randy Newman es por ser el compositor más recurrido de Disney-Pixar para dotar de música a sus producciones en una de las simbiosis más interesantes y lucrativas (por qué no decirlo) del cine de animación actual.
Su carácter polifacético permite dotar a las obras de animación de ese carácter dinámico y desenfadado que por lógica deben tener. Así pues, entre sus composiciones podemos encontrar desde una compleja pieza neorromántica a una cálida canción pop con las que acompañar las aventuras animadas de Disney-Pixar.
En lo que al trabajo concreto de Toy Story 3 se refiere, cabe decir que nos topamos ante una obra que combina ambos elementos mencionados, es decir, música instrumental de corte neoromántico y música ligera. El dominio de ambos registros se convierte en virtud en una de las películas de animación más interesantes de los últimos años.
La obra de Newman acompaña y sobrecoge al espectador en su butaca tanto en la acción  trepidante como en lo dramático, poniendo de manifiesto la dependencia musical del cine de animación y cerrando de manera eficiente una trilogía que ha abarcado varias generaciones.

sábado, 14 de agosto de 2010

BSO Origen - Hans Zimmer (Inception, 2010)

Sin lugar a dudas, Origen esta llamada a ser una de las películas del año. Su repercusión mediática sumado al respaldo de la crítica y público así lo demuestran.
En el apartado musical de esta superproducción encontramos la figura de Hans Zimmer.
Zimmer nos ofrece una banda sonora original donde la abstracción y el experimentalismo tímbrico que le caracteriza alcanza un nuevo grado. Esta nueva composición nace en pro de un argumento donde el subconsciente es el macroespacio  a través del cual se desarrolla la trama.
Inhóspito y desconocido como éste, la música de Zimmer se filtra a través de las imágenes conformando un todo perfectamente adherido. Esto se consigue con una música que yace sumergida por todo el film con escasos momentos de protagonismo absoluto  pero manteniendo una permanente presencia, lejos de la estética videoclipera del nuevo cine.
Aunque la música ciertamente nos pueda recordar a Blade Runner de Vangelis Papadopoulos, el personal estilo del teutón sigue siendo perfectamente reconocible y la funcionalidad de su trabajo al servicio de la imagen, indiscutible.
Posiblemente este trabajo musical no pasará a la historia por sus bellas melodías, pero nos encontramos frente a un trabajo excepcional que consagra si cabe aun más, al tan amado como odiado Hans Zimmer.