Escribo, luego existo


miércoles, 9 de marzo de 2011

Cyan - Historias para no romperse


Su álbum debut me llamo la atención, no tanto por la producción el sonido (incuestionablemente brillante) si no por la calidad de sus canciones. Torrente de medios tiempos ejecutados con el cariño que solo puede ejecutar quién cree y ama lo que hace, desde la honestidad con él mismo.

Este segundo álbum, Historias para no romperse sufre de lo mismo, dedicación absoluta hasta en el más imperceptible de los arreglos.

Si no los conoces, te los puedo definir como unos Coldplay amenizados con una voz cargada de dramatismo y llena propia del sonido Seattle de los 90 y todo en español.

Estamos de enhorabuena, porque ante la oleada de grupos patrios que se decantan por la lengua imperialista por excelencia en pro de un ilusorio éxito internacional que nunca llega, existen grupos fieles a sí mismos que construyen letras elegantes y sentidas sin camuflajes léxicos.

En cuanto a lo musical, el álbum como decía, sigue la estela de su debut, predominio total de los medios tiempos. Destaco principalmente (y sin desmerecer los demás) Esos niños, Volando eléctrico o Congelados por la estela. Una perfecta comunión de sus participantes, donde nada sobra y nada se echa en falta.

Cyan tiene frescura, talento y sabe darle a cada tema lo que necesita. Los temas llegan fácil sin ser pretenciosos y enganchan a través de sus pulidas melodías vocales sin sonar a banda de la chiquillada.

Cuenta con un factor de riesgo, es una banda española, pero aun así les auguro un mayor éxito cuanto menos, merecido ya a todas luces.

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