Escribo, luego existo


lunes, 7 de junio de 2010

Rock in Rio (TERCERA PARTE)



Hagamos un pequeño repaso de las cabezas visibles del tercer día de este festival injustamente llamado Rock in Rio:


Miley Cyrus: La futura muñeca rota americana ha desplegado toda su magia en el Rock in Rio madrileño en su segunda jornada. A nivel musical poco hay que añadir que no sepas y que no brille por su evidencia, es decir, lo típico, que si música prefabricada y vacía, bla bla, bla.

Sin duda con esta actuación reclamo para acudir en familia en el día más “light” se ha convertido en un reclamo si, pero mas bien de índole sexual. Si hay que quedarse con algo, nos quedamos con sus tacones y el culo que ha estado enseñando en sus largos paseos correteados por todo el escenario.



La cosa se ha arreglado con la aparición estelar del almeriense de bucles dorados, ofreciéndonos una balada espectacular, increíble y maravillosamente repelente y cursi, destacable por su elocuente falta creativa, pero como eres listo eso ya lo sabias.

Esperamos que vuelva el año que viene, que ya será mayor de edad y podremos verle seguramente ya alguna teta. Se vende carne a precio de música...


McFly: Siéntense en sus asientos, abróchense los cinturones y déjense llevar por el concierto de estas fieras musicales. Porque pese a quien le pese lo son. Han estado increíbles ... increíbles destripando como una buena fiera en plena jungla a su presa, el rock, y no han dejado ni las migajas... porque vamos, he visto de todo menos actitud.

Cuando el peinado de moda, la cara sensiblera de niño guapo y las guitarras acústicas relucen en baladas con coros beatlelianos (pero a lo gay), tenemos como resultado la mayor blasfemia del rock and roll, y en esto, los británicos tienen un máster.



A nivel musical poco puedo decir de una banda cuyos directos están eclipsado por los gritos de angustia de jóvenes molestas por la humedad de su ropa interior y es que señores, la cosa funciona a nivel de caja con estos chavales mientras no amenacen las primeras arrugas. Ellos lo saben, aprovechan los clichés y sus raíces mercantiles y les dan lo que quieren a sus jóvenes fans, es decir, atracción sexual y aireación vaginal en el camerino.


Señores, dejen de maquillar con distorsión inofensiva el pop pastelón de diseño para quinceañeras. La música es otra cosa... pero bueno... Boybands never die.


Amy McDonald: Lo único genuino, dulce e inteligente de esta jornada, pero como mi misión es la crítica y esta mujer no me ofrece nada, simplemente la nombro para recordaos que estuvo allí.



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